El Vaticano no publico todo el segreto de Fatima

Orlando Fedeli

Acabamos de recibir un estudio del Abbé Fabrice Delestre, en los Cahiers de Saint Jean Eudes, respecto al Tercer Secreto de Fátima.

Ese estudio es de valor extraordinario por la inteligencia de su análisis, la cual comprueva, con argumentos fortísimos, que el Vaticano no publicó las palabras de Nuestra Señora de Fátima explicando a los videntes el significado de la misteriosa visión que tuvieron, hace poco revelada.

Queremos dar, por ahora, sólo uno de los argumentos del Abbé Delestre, persona que no sabemos a que organización pertenece. Por eso, considerando apenas lo que es dicho y no por quien es dicho, alabamos la inteligencia, celo, sutileza y valentía manifestados por él en ese trabajo.

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Es bien conocido el hecho de que a los tres niños a los cuales Nuestra Señora apareció en Fátima tenían una participación curiosamente graduada y jerárquica en las apariciones:

Lucia, la mayor de las videntes - tenía 10 años en 1917 - veía a Nuestra Señora, oía lo que Ella decía, y hablaba con la Virgen Santísima.

Jacinta veía a Nuestra Señora y oía sus palabras, pero no hablaba nada.

Francisco apenas veía a Nuestra Señora, pero ni oía lo que Ella decía, ni hablaba con la Virgen María.

Esa desigualdad de favor siempre fue entendida como causada por la desigualdad de gracias, o por la desigualdad de misiones o de virtud de los tres videntes.

Ahora, con la publicación del llamado Tercer "Secreto" - las comillas de la palabra secreto son empleadas en el documento oficial del Vaticano - , queda más claro el porque Dios hizo esa desigualdad de favor a los tres pastorcitos de Aljustrel.

Al concluir la revelación de los tres secretos, en la aparición del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora dice, según la IV memoria escrita por la Hermana Lucía:

"En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe, etc. Esto, no lo digáis a nadie. A Francisco, sí, podéis decirlo" (cf. IV Memoria de Lucía, op. cit., p. 172-173).

El "esto" era el tercer secreto.

Esa frase comprueba que había una explicación de Nuestra Señora. Explicación que Francisco no oyó, pero que las otros dos videntes podían contarle.

Había una exposición sobre la visión hecha por Nuestra Señora y que los niños debían mantener en secreto hasta cierta fecha.

Francisco, que podía ver todo, pero nada oía, vio la visión ahora divulgada por el documento publicado por el Vaticano, pero no oyó lo que Nuestra Señora dice respecto de esa visión. Por eso, Nuestra Señora les mandó a Lucía y a Jacinta que contaran a Francisco lo que Ella les dijo sobre la visión que tuvieron.

Si, como hace creer el documento publicado hace poco, el tercer secreto consistiese sólo en una visión, Lucía y Jacinta nada tendrían que contar a Francisco.

Por lo tanto, el Vaticano publicó la visión, pero no las palabras del Tercer Secreto.

Los católicos están, hoy, en la misma situación de Francisco, cuando vio la escena de la misteriosa visión que el Vaticano publicó el pasado 26 de julio.

Es por esa razón que no hay firma de la Hermana Lucía en el texto publicado por el Vaticano, y que la fecha del documento aparece extrañamente comprimida, en un fin de página y en un fin de línea.

Faltó lo esencial del Tercer Secreto (sin comillas).

¿Porqué el Vaticano omitió las palabras de Nuestra Señora?

¿Porqué publicó sólo la visión que los niños tuvieron?

¿Porqué sólo se hizo ahora la publicación?

¿Porqué el secreto sobre el mensaje del Tercer Secreto?

Sólo puede haber una respuesta: El Tercer Secreto habla de una inmensa crisis de la Fe ocurrió en la Iglesia, después del final de la Segunda Guerra Mundial.

La crisis de la fe, ocasionada por el Concilio Vaticano II, ¿estará, de algún modo, indicada en el texto del Tercer Secreto que no fue publicado?

Si estuviere indicada, queda explicada la reluctancia en divulgar lo que Nuestra Señora reveló.

Si no, ¿porqué publicar sólo la visión?

¿Porqué omitir lo esencial? ¿Porqué publicar ahora sólo parcialmente lo que constituye el Tercer Secreto de Fátima?

¿Porqué exactamente AHORA?

El misterio se dislocó.

Pero el Secreto está más trasparente, ahora, por la propia omisión practicada.

São Paulo, 30 de agosto de 2000.

Orlando Fedeli

Nota: Original en Portugués. La traducción fue un servicio de AMAS (Asociación Mariana Apostólica Sacerdotal).