Iglesia
Gloria in Excelsis Deo - creación del Instituto del Buen Pastor
Orlando Fedeli
Acaba de ser publicado el decreto que da nacimiento al Instituto del Buen Pastor (http://www.institutdubonpasteur.org/), con el derecho de rezar exclusivamente la Misa de siempre.
Exclusivamente, quiere decir que los miembros de ese Instituto pontifício no estarán jamás obligados a rezar la Misa Nueva de Pablo VI. Y eso por decisión del Papa Benedicto XVI. El Papa entonces reconoce el derecho de sacerdotes a rechazar la Misa Nueva hecha por el masón Monseñor Anibale Bugnini con la ayuda de seis pastores protestantes. Este es un primer golpe terrible a la Misa Nueva de Pablo VI, que tanto mal trajo a la Iglesia. Por tanto, implícitamente está dicho por ese decreto que sacerdotes católicos plenamente unidos al Papa, tienen el derecho de recusar celebrar esa Misa Nueva de sabor protestante.
Más que un derecho, esa es una obligación dada por el propio Papa, conforme dice el Padre Laguérie, Superior General del Instituto del Buen Pastor, en su sermón del día 10 de Septiembre último:
“Sucede que por primera vez un Instituto de vida apostólica no solamente se le permite conservar la liturgia tradicional, mas, seré más preciso: se le da una orden de hacer eso”
“Y ese será su uso exclusivo. Dicho de otra forma, la Santa Iglesia nos da, hoy, la orden, digo bien, la orden de celebrar la liturgia de siempre, en lugar de cualquier otra. Y eso es un avance considerable ».
“Como nos lo repitió varias veces el Cardenal Castrillón Hoyos: hoy, la Misa tradicional no es más una permisión. Comprendan lo que esto quiere decir, ella es también un deber y una obligación”.
“¡Que avance formidable! Formidable!”
“Y, se puede decir, creo que ese gran paso de gigante que acaba de ser dado, es no sólo para nosotros, sino para toda la Iglesia. Pues bien el es bien la señal, la preparación, el propedéutico de ese documento que va a salir ciertamente en Noviembre, documento en el cual los derechos de la Misa tradicional serán restablecidos en toda su dignidad”. (Padre P. Laguérie, sermón del 10 de Septiembre de 2.006 en la Iglesia de San Eloi, en Bordeaux. http://www.leforumcatholique.org/mesage.php?num=213967 - los destaques son de Montfort).
Anuncio gozoso y sorprendente: en Noviembre la Misa de siempre será restablecida en toda la Iglesia.
Luego, está decretado que no es acto cismático ni herético criticar-- hasta el punto de rechazar -- la Misa Nueva de Pablo VI, que, a pesar de poder ser válida, tanto mal hizo, y aún hace, infelizmente, a las almas, por las profanaciones a que dio paso, y por la protestantización que favoreció.
Y se anuncia de fuente segura que el decreto papal restableciendo la Misa de siempre, en toda la Iglesia, y que ciertamente ele será publicado en Noviembre.
Nunca hubo anuncio tan claro y tan seguro.
Además, si el Papa concede ahora a algunos sacerdotes el deber, -- la obligación -- de rezar sólo la Misa de siempre, cualquier Padre puede argüir que, él también tiene el derecho de celebrar la Misa dicha de San Pío V.
Después de ese decreto, queda inevitable el restablecimiento da Misa de siempre para todos os sacerdotes que deseen rezarla.
Y fue dicho que eso se dará hasta Noviembre próximo.
¡Dios sea alabado!
Más aún.
Por el decreto papal se reconoce que los miembros del Instituto del Buen Pastor tienen el derecho de “criticar de modo constructivo” el Concilio Vaticano II.
Este punto fue clarísimamente explicitado en el citado sermón del Padre Laguérie:
“Hay cuestiones teológicas puntiagudas, en particular aquellas concernientes al Concilio Vaticano II. Sobre este punto tenemos la obligación, también, lo que es inesperado, de trabajar, bajo la conducción del Papa, pues solamente él puede hacer eso, de restablecer la autenticidad de la doctrina católica”.
“Quero decir con esas palabras que todo lo que hay de ambiguo, y hasta de falso [en el Vaticano II] debe ser restablecido por nosotros, teniendo en vista dar por fin una auténtica interpretación de ese Concilio. Lo que supone de otro lado que esa interpretación no existe aún totalmente, y voy dar algunos ejemplos: la libertad religiosa hizo correr mucha tinta, ustedes lo saben, y efectivamente, hay cosas aparentemente y textualmente contradictorias con el Magisterio precedente. El Papa Benedicto XVI, cuando era aún el Cardenal Prefecto da Congregación para la Doctrina de la Fe, rectificó esa doctrina, cuando estuvo en la Argentina en 1988, por ocasión de las consagraciones hechas por Monseñor Lefebvre”.
“No desearía aquí entrar nos pormenores de la Teología, pero en fin les citaré aún otro ejemplo, el famoso, “subsistit in”.
“Está dicho, en el Concilio Vaticano II que la Iglesia fundada por Cristo subsiste en la Iglesia Católica. En cuanto que en la doctrina tradicional es evidentemente que la Iglesia, fundada por Cristo, es la Iglesia Católica”.
(...)
“En síntesis, es preciso volver a dar un sentido verdaderamente y unívocamente católico a todos eses textos, y este también es el trabajo igualmente confiado al Instituto [Buen Pastor]”. (Padre P. Laguérie, sermón de 10 de Septiembre de 2.006 en la iglesia de San Eloi, en Bordeaux. http://www.leforumcatholique.org/mesage.php?num=213967).
“En síntesis, es preciso volver a dar un sentido verdaderamente y unívocamente católico a todos eses textos, y este también es el trabajo igualmente confiado al Instituto [Buen Pastor]”. (Padre P. Laguérie, sermón de 10 de Septiembre de 2.006 en la iglesia de San Eloi, en Bordeaux. http://www.leforumcatholique.org/mesage.php?num=213967).
Son palabras increíbles con las cuales jamás se pensaría que serían dichas, expresando los deseos de un Papa, posterior al Vaticano II.
Se cree estar soñando.
Entretanto, esas palabras fueron dichas, el domingo pasado en la Iglesia de San Eloi, en Bordeaux.
Si los Padres del Instituto del Buen Pastor tienen el deber de criticar de forma constructiva el Vaticano II, eso quiere decir que todo fiel católico, inclusive laico, tiene el mismo derecho.
Por tanto, no cometíamos pecado ni crimen alguno, criticando el Vaticano II, como siempre lo hicimos, defendiendo la doctrina católica de siempre.
El reconocimiento explícito de ese derecho por el Papa significa entonces que Benedicto XVI admite que el Vaticano II no fue un Concilio infalible, dogmático, que los fiéis estarían obligados a aceptar, bajo pena de excomunión, si lo rechazaren, mismo en parte.
Aunque el Vaticano II haya sido un Concilio validamente convocado y promulgado por el Papa, no fue promulgado con el mismo grado de autoridad que el Concilio de Trento. Nadie puede admitir críticas contra las decisiones infalibles de Trento.
Nadie puede admitir críticas constructivas al dogma de la Inmaculada Concepción. Pero, Benedicto XVI admitió que se puede criticar “constructivamente” lo que enseño el Vaticano II. Luego, el Vaticano II no fue infalible pues es criticable.
Resta saber ahora que significa una crítica ”constructiva”.
Cuando un edificio está ya construido, y hasta habitado, toda crítica a ele visa reformar el que fue mal edificado, y, por tanto, visa derrumbar alguna pared, colocar un parapeto que no fue puesto, eliminar ciertos elementos, añadir otros.
No hay crítica constructiva que no exija una cierta destrucción, por el menos parcial.
Paralelamente, una crítica constructiva de un texto debe visar a la eliminación de expresiones erradas, equívocas o ambiguas, que puedan ser mal interpretadas.
Ora, el Vaticano II fue escrito de tal modo ambiguo que propició una interpretación condenada por Benedicto XVI: la del llamado “Espíritu del Concilio”.
Por tanto, una crítica constructiva del Vaticano II debe sugerir la eliminación, de ciertos términos, su substitución por los términos usados tradicionalmente, la corrección de algunas frases, el añadido de otras, etc.
No hay crítica constructiva de un texto que no implique el cambio del texto.
Cuando la institución de la Fraternidad San Juan Maria Vianney, se supo que el actual Mons. Fernando Rifan aceptó reconocer los textos del Vaticano II y la Misa Nueva, comprometiéndose a no criticarlos. Mons. Rifan fue mucho más lejos: defendió el Vaticano II, y concelebró la Misa Nueva.
¿Qué concesiones habrían hecho los padres del nuevo Instituto del Buen Pastor, para obtener ese decreto de institución?
Esta es la respuesta del Superior General de ese Instituto, el Padre Laguérie:
“Me dirán... ¿pero hubo compromisos? Pues bien, ustedes lo vieron bien: sobre la liturgia, ningún compromiso; sobre la doctrina, ningún compromiso, y mucho menos aún, si fuese posible decirlo”.
“¿Cuál fue la contrapartida de tal cosa?”
“Pues bien, les diré dos cosas. La primera contrapartida, si quieren, es la necesidad en que se encuentra la Iglesia de precisar de nosotros” (Padre P. Laguérie, sermón de 10 de Septiembre de 2.006 en la iglesia de San Eloi, en Bordeaux. http://www.leforumcatholique.org/mesage.php?num=213967).
Y concluyendo ese sermón increíble, dijo el Padre Laguérie:
"Los tres encargos esenciales de nuestros estatutos los resumo diciendo: la obligación de la Misa tradicional, el deber de criticar, de dar la verdadera interpretación del Concilio Vaticano II, tercero, esta apertura de parroquias, que está en nuestros estatutos! es también una orden de la Santa Iglesia Romana que nos confía este trabajo. Eso es verdaderamente maravilloso »” (Padre P. Laguérie, sermón del 10 de Septiembre de 2.006 en la Iglesia de San Eloi, en Bordeaux. http://www.leforumcatholique.org/mesage.php?num=213967).
El decreto papal que fundó el Instituto del Buen Pastor parece ser el inicio de un nuevo día para a Santa Iglesia. Está comenzando el amanecer. El Padre Laguérie garantiza que en Noviembre será día claro.
Colocando la situación como se presenta hoy en términos ajedrecísticos, el decreto del Instituto Buen Pastor permitió eliminar la “Dama” del adversario modernista (la Misa Nueva), y colocó al “Rey” adversario (el Vaticano II) a descubierto, para llevar constantes jaques, estando bajo amenaza de mate.
Bien es verdad que la lucha no terminó y que la situación exige vigilancia y combate.
Por cuanto, que se elimina la “Dama”, y que se van dando jaques constantes al “Rey” adversario. Hasta el mate final.
La vigilancia y el combate continúan
Pero la victoria es segura.
Nuestra Señora, en Fátima nos lo garantizó:
“Por fin, mi Inmaculado Corazón triunfará.”
Entre tanto ¡cómo son sorprendentes las vías del Señor!
Viva el Papa!!!
São Paulo, 11 de Septiembre de 2.006
Orlando Fedeli
Para citar este texto:
"Gloria in Excelsis Deo - creación del Instituto del Buen Pastor"
MONTFORT Associação Cultural
http://www.montfort.org.br/esp/veritas/igreja/criacao_ibp/
Online, 22/12/2024 às 21:16:20h